El hombre postorganico. Capitulo 2. Tecnociencia
En este capítulo se comienza a mencionar las relaciones de
poder y saber que se han producido a lo largo de la historia, ya que dichas
combinaciones son el contexto en el que vivimos, pues en determinado momento histórico
rigen determinados dispositivos de saber y ciertas formas de saber, como así también,
distintas formas de poder, porque, como menciona la autora, no podría haber
relaciones de poder sin la constitución paralela de un campo del saber.
Para comenzar a establecer
las bases de la tecnociencia la autora
recurre a Herminio Martins, quien toma como analogías las historias mitológicas
de Fausto y Prometeo para detectar los cambios en las tendencias neognósticas de
los saberes.
Por un lado la historia de Prometeo que nos cuenta que este fue quien proporciona la utilidad del fuego a los
mortales y por ende las técnicas, pero
quien a cambio recibe el castigo de los dioses. Es así que la filosofía prometeica
pretende doblegar técnicamente a la
naturaleza, apuntando al “bien
común” de la humanidad y a la
emancipación de la especie, y apostando al papel liberador del conocimiento
científico, en este tipo de saber se
busca mejorar las condiciones de vida a través de la tecnología, Poniendo a la
ciencia como conocimiento puro.
No obstante esta línea de pensamiento tiene límites con
respecto a lo que se puede conocer, hacer y crear, ya que pone en espacio
reservado a los misterios del origen de la vida y de la evolución biológica,
todas cuestiones que excederían la racionalidad científica.
Pero aquí entra la otra vertiente filosófica de la tecnociencia:
la tradición fáustica, la cual utiliza la historia de Fausto, (quien hace un
pacto con el diablo con el único propósito de superar sus propias limitaciones) para tratar de
desenmascarar los argumentos prometeicos, revelando el carácter esencial
tecnológico del conocimiento científico, por ende, de acuerdo con la
perspectiva fáustica los procedimientos científicos no tendrían como meta la verdad
o el conocimiento de la naturaleza intima de las cosas, sino una comprensión
restringida de los fenómenos para ejercer la previsión y el control y así
superar la condición humana
Es así que Martins concluye que la filosofía de la tecnociencia
se inscribe dentro de la tradición fáustica, aunque la autora propone que se está
dando un pasaje, ya que expone algunos ejemplos donde la tecnología a avanzado
de forma increíble.